martes, 1 de abril de 2014

El centro acostado

una taza de manzanilla caliente
colocada bajo la boca del estómago
del ombligo para acá
me permite crear un centro
ahí donde se siente el calor
alrededor del cual giran
los libros, todos mis dedos,
las películas al lado del sillón con mi vieja
los ojos de la nena que una vez
frente al mar me dio tres piedras y una hojita
y no la vi más,
las botellas de vino y el olor a cebolla quemada
los besos tibios de mate y de siempre
el cariño y si acaso
existís

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