sábado, 6 de diciembre de 2014

El patio de mi abuela

terminaba en una ligustrina
hasta que mis tías pusieron pared de cemento
y el aire quedó encerrado
en un rectángulo blanco y gris
Ahora mi abuela no tiene que podarla
y cada tanto saca la manguera
para espantar el calor
pero la pared no tiene raíces
ni agujeros
Los movimientos de sus piernas
de los recuerdos, y de los escondites
de la plata
son ahora líneas confusas
que se estancan en la cama
Creo que no necesitaba
que la cuidemos tanto
Yo soy la más grande
y ella se acuerda siempre
de mi nombre
y que estoy en el último año
de mis primos no tanto.

Una hamaca paraguaya

Los cambios que pienso para mañana
hoy tienen más que ver
con la oferta inmobiliaria
que con los chicos
que eligen para llevar
lo que hay en un cesto en altura

con dos o tres más
queremos una casa con patio
con un almacén cerca
para pelearnos con el dueño
y un kiosco que venda
a cualquier hora

será el lugar
para elegir lo que podamos
estudiar una tarde
qué tomar un miércoles a la tardecita
adónde vamos el sábado

a la pared del patio
la vamos a pintar de azul
para que sea el cielo de las plantas
más todavía si conseguimos
una hamaca paraguaya.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Rascar la mugre

Tuvimos que ir adonde tiran la basura.

Entre dos montones
nos quedamos en silencio
como si fueran dos gigantes
Un tipo me explica
que abajo de la montaña
hay una pileta donde caen los jugos
después los van tirando
en tierra y esperan
para que filtre
hasta que alguien pueda
hacer su casa sobre tierra firme
y rompa hojas de diario
para poner en el fondo de la bolsa
y así asegurar la limpieza de la casa
Ahora volvemos mirando la tierra
pegada en la ventana del auto
las cosas tiradas tiradas en la calle
Transpiramos y nos vienen
imágenes del río
la luz amarilla que refleja el aromito
una rama florecida haciendo sombra
en tu espalda
La cercanía entre nosotros que se apaga.

Mi viejo se quedó

Había prueba de Lengua
Me desperté temprano y me senté
a mirar por la ventana que da a la Avenida
No fui a la escuela
porque Ariel, el del transporte
tenía agua en la casa.

Sabía que al otro día
tampoco iba a haber prueba
ni transporte
pero tenía en el regazo
mi carpeta oficio amarilla
con personajes fantásticos

y seguía pescando en ese pozo
con los ojos y las manos
alguna distracción.
Pasó el Lea preguntando
por sus viejos,
al rato tocó timbre su papá
para saber si los chicos
no habían pasado.

Colchones y televisores
y mi viejo hasta las manos
pasó a dejarnos una radio a pilas
Entonces nosotros fuimos
a la casa de un amigo
yo hice una bolsa con los buzos
y otra con las cartas.

Papá contó que una noche
los hombres frieron papas
en una olla para alumbrar
las puertas de las casas.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Las imágenes te trajeron sin permiso - Fer Callero

Las imágenes te trajeron sin permiso

Le tengo encargado al porro
que no me deje recordar los sueños
y a las gotas, me despejen el terror
de ir haciéndonos viejos lejos
Pero anoche apareciste en mi cama
tendida todo a lo largo como cuando
todavía éramos marido y mujer
Tenías los ojos cerrados
las pestañas del derecho te temblaban
las del otro no porque se te cayeron
cuando eras nena y te rascaste
la vacuna y después el ojito izquierdo
Hice una carpa con la sábana
respiré bien fuerte el olor de nosotros dos
y me volví a dormir

Derivó lo que quedaba de la noche
tu imagen en una cápsula ámbar de gel
como un actrón
en un viaje alucinante por el flujo
de mis orquídeas podridas
Hasta que me desperté, muda la casa
muda la mente de murmullos
Hice el mate y llamé a nuestro hijo
por teléfono
Le pregunté cómo estaba,
si había hecho las tareas,
que qué estaban por comer
Cuando corté se me cayeron dos palabras
de este lado de la línea
Me lavé la cara y puse agua en una olla
no pude prender la hornalla por un rato
porque al encendedor se le había mojado la piedra.

Casa, rancho, altillo, palacio (2010)

lunes, 25 de agosto de 2014

Plano II

En realidad estamos practicando
dice uno de los pibes del semáforo.
La esquina esa tira ruidos muy seguido
cuando las ruedas de un auto llegan
frenando justo.
La intensidad del pum depende
de si frena sobre las líneas blancas
o choca.
Muy buenas cómo andamos
siguen practicando.
No los estoy viendo pero siempre tienen
clavas rojas y naranjas.
La Municipalidad no nos deja
pero vamos a presentarnos.

En el kiosco de enfrente dos se quejan
cómo rompen las bolas estos.
Antes el kiosco era de un viejo
hasta que se empezó a perder
y tenía en el fondo un quilombo tremendo
de cajas y paquetes de chizitos.
Un montón de cajas larga como un olor
marca que sigue pasando el tiempo
y nadie las abre, acomoda o tira.
Lo ayudó un tiempo el hijo y después vendieron, ahora
atienden dos hermanos y cada tanto la madre.

El fondo de los cajones de cerveza está para arriba en la vereda
y aguanta a un par de amigos
ya no a los otros viejos que venden cosas
en estas manzanas del barrio
y saben de dónde vienen los pibes de la esquina
y si los que cuidan autos
tienen para cargar agua.

Plano

El final del día
se espera
en las bolsas de los ojos
entre las esquinas
hay rincones oscuros
Esto no es un pueblo
con sillones y bicicletas
Un tipo llega al kiosco
con un envase en cada mano
su cuerpo se balancea
por el peso de cada porrón
Desde un auto suena
la bocina
el tipo y yo
giramos las cabezas
La noche es corta y voy
a un par de calles de mi destino
la mochila me tira un poco más de un lado

porque nunca quedan iguales las correas.

Retirada

Los días futuros son cajas cerradas
que me van a ir golpeando en la frente
tuc tuc.
Le piso la cola al perro sin querer
y pienso que desde que me paré
todo lo que hice
fue un error
podría exagerar
y formar una secuencia más larga
tiendo a buscar cierta
forma circular en lo que me pasa
y así todo queda dando vueltas.
Cuando éramos chicas nos subíamos al techo
para hacer equilibrio sobre las medianeras
que encerraban la siesta de cada casa
creyendo que estaba por atraernos algo
oculto entre el resplandor plateado.
Una señora se quedó hablando con nosotras desde el fondo de su patio
entrecerraba los ojos
porque el sol pasaba derecho por las franjas del toldo
y no la dejaba vernos.
A otra la vimos desnuda en su patio
entró a bañarse en el lavadero
tenía los muslos y el culo grandes
y no tenía frío.
El vecino exacto, de al lado
nos gritaba cuando nos sentía arriba de la chapa.
Son maneras de hacer las cosas.
La mía y la tuya se vienen alejando
y no me puedo ir corriendo
ni reírme
como de las puteadas del vecino
porque íbamos a romper la membrana.

lunes, 9 de junio de 2014

no se decide dónde
estacionan las cosas
ellas forman el hábito,
la calma en una casa

también las luces
duermen contra la pared
estampadas como cuadrados
por el paso entre la persiana y la calle

la noche se forma
a partir de una decisión
por la mañana la persiana sigue baja
la luz del día no busca mediaciones

cuando se sale de casa
no hay bolsillos para cargar
las luces cuadradas
ni recuerdo de la calma
con que despertó la corteza.

sábado, 7 de junio de 2014

cargado

El mate ya tiene
gusto a fierro viejo.
Los pies decidieron un punto
entre los lugares,
se enciman bajo la silla.
Cada sorbo va dejando tensar
los hilos del estómago.
Se forma una especie
de caja de resonancia,
de bombucha cargada,
de esas que no pueden
esperar en su lugar
y explotan en el balde.

martes, 29 de abril de 2014

es martes y también llovizna

Había prueba de Lengua
desde temprano me senté
atrás de la ventana que da a la Avenida
porque no fui a la escuela
porque Ariel el del transporte
tenía agua en la casa
ya sabía que al otro día
tampoco iba a haber prueba
ni trasporte
pero tenía en el regazo
mi carpeta oficio amarilla
de personajes fantásticos
y le hundía los ojos y las manos
cada tanto
cuando pasó el Lea preguntando
por sus viejos
cuando tocó timbre su papá
para saber si no habían pasado los chicos
cuando aparecían colchones y televisores
cuando mi viejo hasta las manos
pasó a dejarnos una radio a pila
después nosotros tres fuimos a lo de un amigo
yo hice una bolsa con los buzos y otra con las cartas
y él se quedó
después contó que freían papas
en una olla en la vereda
para alumbrar las puertas.

lunes, 28 de abril de 2014

cuántos ibuprofenos
son automedicación
qué juicio puede soltarse
que sirva
que no señale
la distancia del suelo
el golpe
los ojos inflamados

lunes, 7 de abril de 2014

Amaneció lloviendo
y ahora el sol se pone pesado
mientras tanto casi
se cayó un cuento
casi te animaste
hay cosas que no se pueden hacer juntas
-yo no puedo usar lentes y un encendedor-
como ser grillo y ser astuto
para lo demás está el invento
y la espera de que seque
la humedad en la vereda.

sábado, 5 de abril de 2014

Febrero

exactamente uno y medio
no como el camino de un puente
ahora bien,
que corre entre el agua y la inundación
los ojos la espalda los brazos
puentes éstos últimos
de las pieles a los dedos y los abrazos
así se corre del uno al otro
pero
no corre ni camina
va besando.
entonces te miro
o miro
o alguien me está mirando
entonces tengo que pensarme
se forma un agujero en el medio del día
pareciera que siempre son las siete y media
esas de cuando hace frío al rayo del sol
pero pone todo amarillo
y desde atrás de una puerta con vidrio
no sabemos si dormir o abrigarnos

viernes, 4 de abril de 2014

ver cómo está
el cielo de Paraná
llegar a casa
y sacarse las medias
mientras espera el agua que hierve
en un mediodía húmedo y con sol
en el camino hubo
que poner y sacar el abrigo
cruzar la plaza
esperar el colectivo
calcular en qué momento de la ciudad
estarás hoy

-Pola sacó esta foto de la Setúbal, desde un edificio alto en frente a la costanera, y le dibujó esas letras-

Se puede escribir sobre lo que uno conoce
-el viaje de los de Colón
a la cancha, y el regreso-
sobre todo es necesario
estar un poco solo.
Cuando no se escribe
sería mucho más saludable
saber jardínería
y regar temprano mis plantas
todos los sábados y feriados
tener una casa
y limpiarla los lunes por la tarde
si se puede no ir a al trabajo
y elegir en las vidrieras
cosas para desparramar
alrededor del desorden
de una casa con dos enamorados.
Frente a la evidencia
de los helechos secos
y los adornos caros
es mejor leer.
Algo
es lo más parecido a escribir
o a hacer una secuencia de entradas
a cada habitación de la casa
la poesía aparece
cuando las flores están podridas
un sueño ya secó la lágrima
o los círculos de luz en la pared
no te dejan dormir.

Cuando se larga

Si acaso empieza a llover
y se moja el pasto en la vereda
la ropa tendida
y los libros cerca de la ventana
y buscás algo seco,
no olvides que
los rincones sin nadie no existen

Pantallas

los que nunca fueron al cine
igual pueden ver
la luna llena y pensar
en los muertos
pero quisieran ir
para acomodar las piernas
esa noche una amiga
me regala un cuaderno
forrado con bicicletas antiguas
de colores,
abierto se pone mejor
mi abuela
mira los platos colgando
esos que tienen un ave
o una pérgola china
rodeada de cerezos blancos,
ése lo compré cuando era soltera
quedó solo
los otros los rompía el abuelo
cuando se enojaba,
por qué,
porque era neurástico,
me río
neurótico, abuela
eso,
y se ríe.

martes, 1 de abril de 2014

El centro acostado

una taza de manzanilla caliente
colocada bajo la boca del estómago
del ombligo para acá
me permite crear un centro
ahí donde se siente el calor
alrededor del cual giran
los libros, todos mis dedos,
las películas al lado del sillón con mi vieja
los ojos de la nena que una vez
frente al mar me dio tres piedras y una hojita
y no la vi más,
las botellas de vino y el olor a cebolla quemada
los besos tibios de mate y de siempre
el cariño y si acaso
existís

Florero

La última flor quedó arriba de la mesa
después de la última mañana
que me desperté en tu abrazo.
Ahora está adentro de un porrón vacío,
podrida en el agua
arriba de tu nueva biblioteca.

en el río

en el río a los padres
hay que llamarlos por sus nombres
en cambio con gritar mamá
la que le pertenece lo mira
fresca desde abajo de un árbol
o transpirada con un pañuelo en la cabeza
o como sea que prefiera usted
imaginarse a su madre